discerní una ecuación en la maleza
oculta en las volutas que diseñan sus raíces
y que buscan
la fiebre de la tierra
el orden de las piedras por su peso
el resultado
es siempre una promesa de fuego
líquido y denso
un instante de alabastro en busca
de formas transitorias
un fruto encendido
una arquitectura de lo efímero
que
como un calvario de mapas en desuso
traza siempre la ruta de una sed.
prehistoria
antes de la orfandad de las piedras
de que mis venas y capilares
fueran a morar en otros cuerpos
antes de que el hambre abriera su labio de tierra
y se formara la grieta de mi sed
ignorante de costuras
yo cavé un ritual para mis versos
una guarida de palabra a la que regresar
después de darme entero
a lo sagrado.
decurso
luego de horadar la tierra
e ignorar la eufonía
exacta
del caudal y la cantera
de haber lastimado hasta la más mínima migaja
ígnea
y profanar al último de los cementerios
animales
de convertirlo todo
en secuencia
en testigo de la soberbia
evidencia clara de nuestra pequeñez
yo pido perdón
en nombre de mi estirpe
y la condeno
al polvo.
tierra seca
quien ha ejercido presión sobre la tierra
conoce de las huellas
sabe —por ejemplo—
que el suelo se inflama
que no le aplica como adjetivo
la dureza
mas no sospecha
que habitamos sobre la posibilidad
de un mar particulado que amenaza
con la grieta
quien ha ejercido presión sobre la tierra
desconoce de las huellas
no sabe —por ejemplo—
los nombres que le habitan la memoria
ni el mapa trazado de su andar
que suaviza el paso
duro del polvo
de su lugar en el tiempo
ni de la propensión a la caída
que no registrará la arqueología
no se sabe
de la raíz del cuerpo
de la solidez de la costilla
de las fisuras que componen el pecado
ni de las promesas que abortadas
hacen nido bajo la corteza
de esta piel plural que nos pisamos.
el peso vertical
de tu maroma irremediable hacia la tierra
de tu propensión por invertir el vuelo
y tu insistencia en lo más bajo
de tu búsqueda de lo profundo
de ser vértebra segmentada de la cal
pulsión volcánica o piel sedimentada
de tu lenguaje grave
de tu caída
gravedad de lo inasible
o de la quietud
vocación pretérita de la inercia
yo
me libero.
Sample of poems from Cartography of Dust
translated by Rachel Whalen
magma
i discerned the equation in the undergrowth
hidden among the roots’ scrolls
which search
for the earth’s fever
the order of rocks by weight
the result
is always a promise of fire
viscous and dense
an instant of alabaster in search
of transitioning forms
a fruit aflame
an ephemeral architecture
that
like an agony of unused maps
always outlines the route of thirst.
prehistory
before the orphanage of rocks
before my veins and capillaries
went to reside in other bodies
before the hunger opened its earthen lip
and formed the crevice of my thirst
ignorant of the seams
i dug a ritual for my verses
a den of language to which i return
after giving my whole self over
to the sacred.
in due course
after boring through the earth
and ignoring the exact
euphony
of quarry and water
of having damaged even the smallest scraps of
igneous
and desecrating the last of all animal
cemeteries
of turning all
in turn
into arrogant testimony
clear evidence of our smallness
i ask forgiveness
in the name of my lineage
and i condemn it
to dust.
dry earth
he who has strained the earth
knows its prints
knows—for example—
that its crust ignites
that the adjective toughness
does not apply
but he doesn’t suspect
that we dwell upon possibility
of a particulate sea
whose gape threatens
he who has strained the earth
unlearns its prints
does not know—for example—
the names that dwell in memory
nor the map drawn up of his journey
which softens the hard
step of dust
nor of his place in time
nor of his tendency to fall
which the archeologist will not register
it remains unknown
the body’s root
the rib’s solidity
the fissures that compose sin
the promises, abandoned, that
nest beneath the crust
of this plural skin on which we walk.
the vertical weight
of your irreversible somersault toward the earth
of your propensity to reverse flight
and your insistence in the lowest thing
of your search for the profound
of your segmented limestone
volcanic pulse or sedimentary skin
of your grave language
of your fall
fathomless gravity
or of the stillness
preterite vocation of inertia